Cuando un bebé acaba de comer, es importante que duerma. De esta forma, se digiere mejor la comida y el bebé descansa.

Para que el bebé duerma después de comer, es importante que esté tranquilo y relajado. Hay varias formas de conseguirlo.

Una de las formas es darle el pecho o el biberón. El bebé se relaja al tomar el pecho o el biberón y se duerme.

También se puede acostar al bebé sobre el pecho de la madre. La madre se queda quieta y el bebé se relaja y se duerme.

Otra forma de ayudar al bebé a dormir es acostarlo en una cuna o en una camita. Se pueden poner una manta o una almohada suave debajo de la cabeza del bebé para que esté cómodo.

También se pueden poner unos cascabeles cerca de la cuna o la camita. Los cascabeles hacen ruido y esto ayuda a que el bebé se relaje y se duerma.

Si el bebé tiene sueño, es probable que se duerma en poco tiempo. Si no se duerme, es importante que se quede tranquilo y relajado.

Es importante que el bebé no se acueste demasiado lleno después de comer. Si está demasiado lleno, no se relajará y no se dormirá