Los signos vitales son una medición de la salud de una persona. Se toman para determinar el estado de salud de un paciente y para monitorear el progreso de un tratamiento. La presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura y la respiración son los signos vitales más comunes.

Los signos vitales se toman de un recién nacido en el hospital dentro de las primeras horas de vida. La presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura y la respiración se toman con un equipo especial llamado un monitoreo.

El monitoreo consta de una banda elástica que se coloca alrededor de la parte superior del brazo o de la pierna del bebé. La banda tiene unos sensores que miden la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura y la respiración.

Los signos vitales se toman en reposo y después se toman de nuevo después de una actividad. La presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura y la respiración pueden variar según la actividad.

Los signos vitales se toman también en bebés prematuros. Los bebés prematuros tienen un riesgo mayor de sufrir problemas de salud. Por eso, es importante monitorear los signos vitales de estos bebés para detectar cualquier problema lo antes posible