Después de muchos años de investigación, la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó un informe en el que se recomienda que los bebés duerman en una cuna o en una cama infantil con un colchón firme, apropiado para el tamaño de la cuna y con una almohada baja o sin almohada.

Los bebés deben dormir boca arriba para reducir el riesgo de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés). Se debe evitar que los bebés duerman boca abajo o en posición lateral debido al aumento en el riesgo de SIDS. También se debe evitar que los bebés duerman en camas, sofás, sillas o espacios similares donde existe el riesgo de que se asfixien o se atrapen entre objetos.

Los bebés deben dormir en el mismo cuarto que sus padres durante los primeros seis meses de vida, y preferiblemente durante el primer año. Dormir en el mismo cuarto que los padres reduce el riesgo de SIDS en un 50%.

Las cunas y las camas infantiles deben cumplir con los estándares de seguridad de la Consumer Product Safety Commission (CPSC, por sus siglas en inglés). Las cunas no deben tener postigos, barandillas bajas o espacios abiertos que puedan atrapar a un bebé o permitir que se caiga. Las camas infantiles deben tener una cabecera y un piecero, y no deben tener ningún espacio entre ellos donde un bebé pueda atascarse.

Los bebés no deben dormir en camas de adulto, sofás, sillones, almohadas, cojines, alfombras, peluches o objetos similares. Todos estos objetos pueden aumentar el riesgo de SIDS o de asfixia.

Los bebés deben dormir en un ambiente libre de humo. Se debe evitar fumar dentro de la casa y en el vehículo donde duerme el bebé. El humo del cigarrillo aumenta el riesgo de SIDS.

Los bebés deben dormir en un ambiente con una temperatura cómoda. No debe hacer demasiado calor ni demasiado frío.

Los bebés no deben dormir con ropa de cama suelta, como frazadas, mantas, peluches o almohadas. Todos estos objetos pueden aumentar el riesgo de asfixia.

Los bebés deben dormir en una cuna o en una cama infantil con un colchón firme, apropiado para el tamaño de la cuna o de la cama. Se debe evitar que los bebés duerman en camas, sofás, sillas o espacios similares donde existe el riesgo de que se asfixien o se atrapen entre objetos.

En resumen, la mejor cuna para un recién nacido es aquella que cumple con los estándares de seguridad de la CPSC, que está libre de humo y que tiene un colchón firme.